El Senado bonaerense aprobó la reelección indefinida de legisladores provinciales. Todos los espacios políticos participaron en acuerdos de poder, reabriendo el debate sobre la “casta política” y la calidad institucional en Buenos Aires.
El Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó esta semana una polémica modificación que habilita nuevamente la reelección indefinida de legisladores provinciales. La medida fue sancionada gracias al voto desempate de la vicegobernadora Verónica Magario (Frente de Todos), en medio de cruces entre oficialismo y oposición, aunque todos los bloques negociaron su parte del poder.
Durante su editorial en el programa Sentido Común, el periodista Alejandro Cancelare analizó la sesión legislativa y denunció que el acuerdo contó con el respaldo tácito de sectores de la oposición. “El PRO recibió una secretaría en el Consejo de la Magistratura bonaerense, mientras que La Libertad Avanza obtuvo la creación de una vicepresidencia sexta en el Senado, con un presupuesto millonario”, explicó.
Esa nueva vicepresidencia, creada exclusivamente como parte del acuerdo, manejará unos 2.000 módulos presupuestarios, equivalentes a aproximadamente 15 millones de pesos. Según Cancelare, este tipo de prácticas demuestra que no existen grandes diferencias entre los bloques políticos a la hora de administrar privilegios: “Solo cambian las formas, pero todos se benefician del sistema”.
Cancelare también sostuvo que la clase política actúa de forma similar al común de la sociedad: “Primero piensan en sí mismos, luego en su entorno, y recién al final en los ciudadanos. No son extraterrestres, no seamos hipócritas”, afirmó.
El debate sobre las reelecciones indefinidas en Buenos Aires no es nuevo. En 2016, bajo el gobierno de María Eugenia Vidal, se había aprobado una ley que limitaba las reelecciones a un solo mandato consecutivo. Esa normativa fue flexibilizada en 2021, y ahora vuelve a modificarse, generando nuevas críticas y sospechas.
Aunque algunos bloques votaron en contra o evitaron dar quórum, Cancelare remarcó que “todos quieren la posibilidad de reelegir”, ya que eso les brinda mayor poder de negociación, visibilidad y control en sus territorios.
El concepto de “casta política”, impulsado por el presidente Javier Milei como parte de su narrativa contra la dirigencia tradicional, volvió a aparecer con fuerza tras esta votación. Sin embargo, para Cancelare no hay una ruptura real entre lo viejo y lo nuevo: “Las prácticas son las mismas, solo cambian los discursos”.
La sesión que permitió la aprobación también estuvo marcada por una extensa negociación en la que se intercambiaron cargos y beneficios. La falta de quórum inicial dio lugar a acuerdos de último minuto, reflejando una vez más el entramado de intereses que domina la política bonaerense.
La habilitación de las reelecciones indefinidas no solo representa un retroceso en materia institucional, sino que también refleja la persistencia de una lógica corporativa que prioriza la permanencia en el poder por sobre el interés público.