Diego Santilli, como un actor en plena metamorfosis, se prueba el traje de candidato bajo una alianza insólita entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA). En medio de este escenario, el cuarteto político que lo rodea converge en una idea: es necesario un acuerdo electoral. Pero también coinciden en un rechazo velado al liderazgo actual del PRO, al que perciben desorientado frente a la vorágine política.
En los pasillos de Balcarce 50, el nombre de Santilli se menciona con frecuencia. Su potencial para disputar los bastiones del kirchnerismo lo convierte en una figura atractiva, aunque no esté rodeado de toda la tropa que lo apoyó en la campaña de 2021. Incluso entre los leales actuales, algunos han dejado en claro que un acuerdo con Milei podría ser su boleto de salida.
Fracturas en el santillismo
Noelia Ruiz y Manuel Vidal son dos ejemplos de las fugas tempranas del santillismo. Ruiz, exdiputada y candidata, ahora dirige el Comité Ejecutivo del Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva. Vidal, quien lidera La Generación, se ha convertido en un colaborador externo frecuente en la Casa Rosada. Ambos, curiosamente, responden hoy a Caputo.
El caso de Martiniano Molina es tal vez el más simbólico. Con una imagen pública sólida y alta aceptación en el conurbano, Molina ha condicionado su continuidad a no compartir una boleta con LLA. “Voy a estar donde me necesites, pero sin dejar de lado mis convicciones”, le dijo al equipo de Santilli. Tampoco contempla disputar nuevamente la intendencia en 2027.
Aun si Molina cediera y aceptara una nómina libertaria, surgen tensiones entre sus aspiraciones y los acuerdos con LLA. En la Tercera Sección Electoral, el referente principal es Nahuel Sotelo, actual secretario de Culto y Civilización, quien también busca encabezar una boleta seccional este año como paso previo a su candidatura para intendente en 2027.
Las dilaciones del acuerdo
Aunque Santilli parece inclinarse hacia el oficialismo, las indefiniciones del PRO y las demandas de garantías para su equipo han retrasado el pase. Muchos de sus colaboradores ya ocupan cargos claves: José Luis Acevedo preside Corredores Viales, mientras Ezequiel Galli, exintendente de Olavarría, ha emergido como un armador libertario en la Séptima Sección Electoral.
El santillismo mantiene su estructura, visible en eventos como el asado de fin de año en La Calesita, una icónica parrilla de Vicente López. Entre los asistentes estaban Agustín Forchieri, mano derecha de Santilli y presidente de un bloque de 13 bancas en la Legislatura bonaerense, y otros diputados como Martín Endere, Fernanda Antonijevic y Gustavo Coria. ¿Estarán dispuestos a migrar hacia el bloque liderado por Agustín Romo? Es una pregunta sin respuesta, aunque en la administración libertaria hay un entusiasmo creciente por desafiar a Axel Kicillof.
La gran batalla electoral
El horizonte electoral en la provincia de Buenos Aires promete ser una contienda feroz. Santilli, con su capacidad de adaptación y su bagaje político, se posiciona como una pieza clave en esta batalla. En la estrategia libertaria, el objetivo es claro: desestabilizar el dominio peronista en su bastión histórico. Y aunque las piezas aún no encajan del todo, el tablero ya está en movimiento.
La pregunta que flota en el aire es si Santilli logrará consolidar su metamorfosis política o quedará atrapado en un vestidor repleto de trajes a medio terminar.