Una denuncia por mala praxis destapó un entramado médico bajo sospecha
Un operativo judicial en San Isidro encendió las alertas sobre el control del ejercicio profesional en el ámbito de la medicina reproductiva. La Policía Federal allanó una clínica de fertilidad tras una denuncia por parte de una mujer que asegura haber sido víctima de prácticas médicas irregulares durante un tratamiento en 2019.
La causa, actualmente en manos del Juzgado de Garantías N°1 de San Isidro, fue caratulada con cargos tan severos como “lesiones gravísimas, abandono de persona, ejercicio irregular de la medicina y trata de personas con fines reproductivos”.
Un procedimiento que terminó en urgencia médica
La denunciante relató haber sido contactada por la clínica para participar como donante de óvulos. Durante el proceso fue sometida a prácticas invasivas que le provocaron infertilidad, coágulos internos y un cuadro clínico que puso en riesgo su vida.
Ante la gravedad del caso, debió ser trasladada de urgencia al Hospital Central de San Isidro, donde los profesionales lograron estabilizarla, demostrando el compromiso del sistema público de salud ante emergencias originadas en entornos médicos privados.
“La atención del Hospital de San Isidro fue clave para salvar la vida de la paciente, en contraste con la negligencia de un sector privado que debe rendir cuentas ante la Justicia.”
El Estado como garante de la ética médica
La investigación, liderada por la Fiscalía de Instrucción Criminal y Correccional N°1 a cargo de Carolina Asprella, marca un punto de inflexión en la necesidad de reforzar los controles sobre instituciones privadas que operan en áreas sensibles como la fertilidad asistida. La División de Delitos contra la Salud Pública fue convocada para avanzar con tareas periciales e incautaciones.
Durante el allanamiento se secuestraron documentos clave: historias clínicas, protocolos quirúrgicos, manuales de procedimiento y datos de los profesionales involucrados. Todo apunta a un funcionamiento al margen de los estándares de la buena praxis médica.
“La ética médica no es opcional: es un pilar que garantiza la dignidad, la seguridad y los derechos de cada paciente.”
Un llamado a la regulación y la transparencia
El caso reabre el debate sobre el rol del Estado en la supervisión de clínicas privadas y en la promoción de prácticas médicas seguras, transparentes y respetuosas de la vida y los derechos humanos. La medicina reproductiva, por su complejidad y su impacto emocional y físico en las personas, exige una regulación rigurosa y una actuación firme ante cualquier desvío ético o legal.
En un contexto político donde la salud pública sigue siendo un eje de discusión, esta situación en San Isidro pone en evidencia que no solo se trata de recursos, sino también de controles, justicia y responsabilidad institucional.
